En nuestro 3º día de viaje, a primera hora de la mañana partimos desde la terminal de ómnibus de La Habana hacia la localidad de Soroa, para ello nuestra intención en un principio era coger un Viazul dirección a Viñales, pero nos encontramos con el inconveniente de que no quedaban billetes (Existe la opción de coger los billetes con antelación por internet). En estos casos, la mejor solución es coger un transporte colectivo que probablemente te ofrezcan allí mismo. De esta manera subidos en una vieja camioneta atiborrada de gente llegamos a Soroa (15 CUC por persona), previa indicación al conductor de que no íbamos hasta Viñales y que nos bajábamos en Soroa. Tras instalarnos en nuestro alojamiento en una casa particular, subimos rápidamente a refrescarnos a la cascada El Salto de Soroa.
Para alojarse en Cuba la mejor opción sin ningún tipo de duda son las casas particulares, ofrecen trato cercano, posibilidad de solucionar problemas y en la mayoría de ellas ofrecen una comida casera espectacular a precios muy económicos. Una vez aliviado el calor, nos acercamos hasta el mirador de la Loma el Mogote, donde encontramos unas vistas impresionantes de toda la región.
Para el día siguiente en nuestro propio alojamiento acordamos una excursión de todo el día a Viñales con un taxista de la zona (100 CUC dos personas), de la misma manera también por medio del alojamiento acordamos el transporte para nuestro próximo destino. En nuestra excursión a viñales visitamos una plantación de tabaco, con demostración incluida de como se fabrica un autentico puro cubano; el Valle del Silencio y sus mogotes; el mirador de los jazmines, desde donde se puede admirar todo el valle; la cueva del Palmito; el Mural de la Prehistoria y finalmente la ciudad de Viñales, que bien merece una visita.