Desde Ella y a las 4h de la mañana, con la ayuda de Richard, quien nos preparó el traslado hasta Yala y posteriormente hasta Tangalle, nos dirigimos hasta el Parque Nacional de Yala (66€). Antes de ir no teníamos claro si visitar este parque o el de Udawalawe, finalmente nos decantamos por Yala porque luego nos pillaba más a mano para ir a Tangalle. Sobre las 7h llegamos al Parque Nacional de Yala donde hicimos un safari que nos llevó toda la mañana (108€ 2 personas), en él pudimos ver bastantes elefantes, ciervos, búfalos, monos, distintas especias de aves, cocodrilos, jabalíes… pero no tuvimos la suerte de encontrarnos con el ansiado leopardo, algo bastante complicado y que no se da todos los días.

De Yala, tal y como habíamos acordado, nos trasladamos a Tangalle, concretamente a Goyambokka Beach, donde permanecimos 3 noches con la intención de relajarnos unos días en la playa. Durante este periodo disfrutamos de la playa Goyambokka y sobre todo de la vecina Silent Beach, una playa verdaderamente espectacular. Yo también aproveché para hacer un par inmersiones con Ruhunu Diving Center (https://www.ruhunudivingcenter.com), un centro muy recomendable con los que poder bucear si estás por la zona. A parte de todo esto también nos la gozamos en la espectacular piscina de nuestro alojamiento, donde acabábamos todos los días después de la playa.

Para tomar algo por la noche íbamos a Tangalle en algún tuc-tuc que parábamos por la carretera porque los que estaban cerca de nuestro alojamiento nos la querían pegar doblada. Sales simplemente a la carretera y te cobran la mitad. De todos los garitos en los que estuvimos nos gustaron sobre todo el Wanna Seafood y el Reaggae Shark para tomar algo y el Let´s Sea para cenar. Pero bueno, es un poco dar un voltio y te vas encontrando con los sitios. Cerca de nuestro alojamiento comimos muy bien en el restaurante Loveena y en la playa de Silent Beach es de obligada vistita el The Lobster Pot perfecto para un cóctel, una cerveza Lion o un buen pescado junto al mar.
