4 días en BARACOA

DÍA 1: BARACOA

 

Después de 4 viajes a Cuba y visitar un montón de lugares a lo largo de toda la isla, puedo decir que lo que más me ha gustado e impresionado es sin duda Baracoa. Su paisaje tropical selvático, su entrono rural y el componente histórico que inunda toda la ciudad, hacen de Baracoa un destino ideal para los amantes de la naturaleza y de la cultura.

 

Playa de Miel de Baracoa, Guantánamo.
Playa de Miel de Baracoa (parte junto al rio Miel)

 

A Baracoa llegamos procedentes de Santiago (4h30) en nuestro coche de alquiler. Para alojarnos elegimos la casa particular de Igmar Y Yennis (https://www.airbnb.es/rooms/15131117) una especie de apartamento con todas las comodidades e incluso cocina, donde Igmar siempre está dispuesto a ayudar en todo lo que necesites. Ubicados todos nuestros bártulos en sus respectivas habitaciones, nuestro primer paso fue visitar la larga Playa de Miel de Baracoa. Su mejor zona para bañarse y estar se encuentra en la parte más cercana a la desembocadura del rio Miel. El único pero que le encuentro a esta playa es la gran cantidad de basura que hay en el otro extremo, en la parte cercana a la ciudad y que está junto al estadio de beisbol. Supongo que el Cubano tiene otras preocupaciones que no son preocuparse de la basura.

 

Parque Independencia (antigua Plaza de Armas), Baracoa.
Parque Independencia (antigua Plaza de Armas), Baracoa.

 

Baracoa, conocida como la ciudad primada y fundada en Agosto de 1511, fue la primera ciudad colonial de Cuba y la primera capital del país. Todo esto queda reflejado en la arquitectura colonial de su casco histórico, sobre todo en los alrededores del Parque Independencia, donde se ubica la Parroquia de Nuestra Señora de la Asunción, que alberga la famosa Cruz de Parra de Colón. Pero a parte de Iglesias y de más, que a mí me dan exactamente igual, en Baracoa no se puede dejar de visitar entre otras cosas el largo malecón. Al final del mismo podremos deleitarnos con la bahía Baracoa con el monte Yunque de fondo.

 

Calle Antonio Maceo, Baracoa.
Calle Antonio Maceo, Baracoa.

 

 

Respecto a la noche baracoense, tuvimos el mismo problema de siempre en este viaje, los apagones. La mayoría de bares y restaurantes de la ciudad se encuentran próximos al Parque Independencia, pero dependiendo de que zona está con apagón y cual no, están abiertos o no (hay algún bar que abre incluso estando sin luz). Ejemplo de ello es que la casa de la trova estaba abierta solo por las tardes (una pena la verdad). Nosotros solíamos tomar algo por los bares que están junto al parque o los que están en la calle Antonio Maceo, como es el caso de La Casa del Chocolate, bar con un patio muy chulo digno de ser visitado (ojo aquí que se prepara timba en cualquier momento). En esta misma calle decidimos cenar esta primera noche, concretamente en el restaurante Don Pedro, bastante bien por cierto.

 

DÍA 2: EL YUNQUE

 

En nuestro segundo día en Baracoa decidimos ascender el Yunque. Para ello hay dos formas de hacerlo: Una es contactar con algún guía local y él mismo te organizará la excursión (tanto en tu alojamiento como en la misma calle te ofrecerán el servicio) y la otra es hacer como hicimos nosotros, ir con nuestro propio coche. Para ello nos dirigimos al Campismo Popular el Yunque, donde se encuentra la entrada. En este caso nos dividimos en dos grupos. Una pareja (nosotros) subiríamos al Yunque y luego iríamos a la cascada y la otra pareja y los niños no subirían al Yunque e irían a Playa Maguana para luego juntarnos todos en la cascada.

 

Cruzando el río Duaba antes de iniciar la ascensión al Yunque, Baracoa.
Cruzando el río Duaba antes de iniciar la ascensión al Yunque

 

Esta excursión es recomendable y obligatoria hacerla con guía, que se te asignará en la misma entrada. La subida al Yunque + visita a la cascada tiene un coste de 20€ por persona y solo la visita a la cascada 10€ por persona. Como viene siendo habitual en esta zona de cuba los niños no pagan. Iniciamos el camino y el primer paso fue atravesar el rio Duaba (en esta parte tiene poca profundidad), para una vez cruzado comenzar la ascensión. Durante el recorrido el guía nos explica todo acerca de la fauna y flora del lugar y nos da a probar las frutas más características: Naranja agria, coco, cacao, mamei… A mitad de camino, nos detenemos a descansar en una especie de cabaña enclavada en un espectacular mirador.

 

Mirador a mitad de camino en la subida al Yunque, Baracoa.
Mirador a mitad de camino en la subida al Yunque

 

Retomada la marcha, conseguimos hacer cima en poco menos de 1 hora, la subida completa nos llevó unas 2h30 aproximadamente (incluidas las paradas para las pertinentes explicaciones de nuestro querido guía Fredy). Una vez agarrados al busto de Maceo que preside la cima, las vistas de todo Baracoa son espectaculares. (https://www.komoot.com/es-es/discover/Ubicaci%C3%B3n_seleccionada_en_el_mapa/@20.3436967,-74.5386177/tours?sport=hike&map=true&focusedTour=33845987&pageNumber=1)

 

Vistas desde la cima de El Yunque, Baracoa.
Vistas desde la cima de El Yunque

 

Iniciamos el descenso, que nos lleva unas 2 horas y cruzamos el rio Duaba para dirigirnos a la cascada. Tras un corto y bonito paseo de 20 min por la orilla del rio, llegamos a nuestro destino. Antes de llegar a la cascada hay que volver a atravesar el rio Duaba. En esta ocasión la profundidad es mayor y hay que atravesarlo nadando. En un pequeño tramo la corriente es algo más fuerte y te arrastra un pelín, pero si te defiendes más o menos nadando no hay ningún tipo de peligro. Merece la pena atravesarlo y no quedarse en la orilla para poder disfrutar de un buen chapuzón en una idílica cascada.

 

Cascada de El Yunque, Baracoa.
Cascada de El Yunque, Baracoa.

 

Finalizada la excursión, retornamos a la ciudad de Baracoa para un merecido descanso y para tomarnos unos mojitos en alguno de los bares que sí tienen corriente. Entre mojito y mojito, tuvimos tiempo de cerrar la excursión del día siguiente a una plantación de cacao.

 

DÍA 3: PLANTACIÓN DE CACAO

 

Para nuestro tercer día en Baracoa teníamos pensado visitar una finca donde elaborasen chocolate natural y artesanal, pensando que podía ser una buena opción para los niños. La excursión la atamos por la noche en un Bar de Baracoa, allí nos encontramos con José Ángel (teléfono: 53 54255819) un guía experimentado y de gran conocimiento que nos propuso un sin fin de excursiones. Finalmente optamos solo por ir a la del cacao que nos salió 60€, 15€ por persona (los niños no pagan), aportando nosotros el transporte. Esta excursión se suele complementar con la visita al cañón de Yumurí.

 

Finca de elaboración del cacao en Jamal, Baracoa.
Finca de elaboración del cacao en Jamal, Baracoa.

 

Nuestro guía José Ángel nos llevó a una finca por la zona de Jamal, allí nos explicaron detenidamente el proceso de elaboración del cacao desde que se recoge el grano hasta el producto final. Tuvimos también la oportunidad de fabricar con medios artesanales nuestro propio cacao desde cero. La verdad es que es un experiencia espectacular, a los niños les flipó. Una vez terminado el proceso, probamos nuestro propio cacao y el chocolate a la taza que preparan ellos. En la propia finca tendrás la opción de comprar cacao, café y ciertas artesanías elaboradas por ellos mismos.

 

José Ángel explicando los procesos de elaboración del cacao
José Ángel explicando los procesos de elaboración del cacao

 

 

De vuelta a Baracoa, aprovechamos para visitar lugares que todavía no habíamos visto de la ciudad como la bahía de Baracoa o la desembocadura del rio Miel. Completada la visita a este espectacular rincón del oriente cubano, lo de siempre, cervecita, mojito y a cenar… En esta ocasión, gracias a José Ángel, encontramos una verdadera joya, el restaurante Ortiz, ubicado cerca del Parque Independencia. Magnífica opción para cenar!!

 

4 DÍA: PARQUE NACIONAL ALEJANDRO DE HUMBOLDT

Finalizada nuestra estancia en Baracoa, de camino a la localidad de Moa, nos detuvimos en el maravilloso Parque Nacional Alejandro de Humboldt, patrimonio de la Unesco y un auténtico paraíso natural. Desde Baracoa se tarda aproximadamente 1 hora en coche, por tanto también es factible organizar una  excursión de ida y vuelta desde la propia Baracoa. El único inconveniente es que a partir de cruzar el rio Toa la carretera deja de estar asfaltada y tendremos que ir mucho más lento.

 

Bahía de Taco en el Parque Nacional Alejandro de Humboldt
Bahía de Taco en el Parque Nacional Alejandro de Humboldt

 

Una vez en el parque, efectuamos el pago (3750 CUP por persona y los niños no pagan), nos asignaron un guía y nos explicaron las posibilidades de rutas que había (https://mundounique.com/es/tours/parque-nacional-alejandro-de-humboldt). Nosotros, al ir con niños, elegimos la ruta denominada El Recreo, bastante accesible, sencilla y con la posibilidad de pegarte un buen chapuzón. Durante el recorrido observamos diferentes tipos de vegetación autóctona y diversos tipos de aves, entre ellas el Tocororo, ave endémica de Cuba que tuvimos la fortuna de observar con nitidez.

 

Tocororo en el Parque Nacional Alejandro de Humboldt
Tocororo en el Parque Nacional Alejandro de Humboldt

 

Finalizada la ruta, observamos que había una especie de bar junto a la entrada del parque, en el que preguntamos a ver si daban comidas. Acierto máximo!! Tuvimos la opción de comer un pescadito en una especie de mirador con unas vistas espectaculares de la Bahía de Taco. Si te acercas a este lugar al atardecer, con un poco de suerte, cerveza en mano, tal vez puedas observar a la colonia de manatíes que reside cerca de la bahía.

 

Bar junto a la entrada del Parque Nacional Alejandro de Humboldt
Bar junto a la entrada del Parque Nacional Alejandro de Humboldt

 

Llenado el buche, nos preparamos para la hora de viaje que nos quedaba por la tumultuosa carretera hasta Moa (provincia de Holguín), ciudad donde pernoctaríamos. En cuanto comenzamos a acercarnos a Moa el paisaje comenzó a cambiar por completo. Atrás quedaron los verdes y espesos bosques de Baracoa, ahora nos adentrábamos en una especie de paisaje postapocalíptico lleno de polución similar a las ciudades industriales españolas de principios de los 80. Todo esto propiciado por la Planta de Níquel Comandante Ernesto Che Guevara cercana a la ciudad. A pesar de ello, estuvimos muy a gusto en Moa y nos trataron de maravilla tanto en La Casa Azul de Rosa de Saron donde dormimos como en la casa de Milena donde cenamos y desayunamos estupendamente.

 

Planta de níquel de Moa
Planta de níquel de Moa

 

 

 

 

 

 

 

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