Tras hacer noche en Tarbes, nos dirigimos a la localidad francesa de Vallon-Pont-d´Arc ubicada en el sur de la región Ródano-Alpes (5h40), a donde llegamos sobre las 15h. Tras ubicar nuestra furgo en el Camping des Tunnels (https://www.ardeche-vacance.com) y con un calor de la ostia, la única opción posible era pegarse un buen chapuzón en el contiguo rio Ardéche con acceso directo desde el camping. Verdaderamente un lugar perfecto para refrescarse. De nuevo en el camping nos acercamos al edificio que está junto a la recepción para informarnos sobre las diferentes excursiones en kayak.

Una vez concertado el kayak para el día siguiente, nos dirigimos al centro de Vallon en uno de los autobuses gratuitos que pasan por los campings de la zona (https://www.gorges-ardeche-pontdarc.fr/content/uploads/2025/03/Horaires-navettes-du-Pont-dArc-2025.pdf). Vallon-Pont-D´Arc es pueblo pequeño pero bastante frecuentado sobre todo en verano. Tiene un bonito casco histórico, que bien merece un buen paseo, y multitud de tiendas, bares y restaurantes. En tema de bares nos gustaron especialmente Les Glycines y Le Patio para tomar algo y en el Chouni´z nos comimos unas hamburguesas buenísimas. Por cierto, junto al bar Le Patio hay una tienda de cuchillos y navajas (el tío es un freaky de este tema) donde me compré una navaja cojonuda. La verdad es que hay bastante ambientillo. Eso sí, la vuelta hasta el camping a pata linterna en mano, ya que a partir de las 20h ya no hay buses.

Al día siguiente, tal y como habíamos acordado, nos preparamos para realizar la travesía en Kayak. Aquí las opciones son múltiples, tienes travesías cortas de 4 y 5km, de 13km, de 28km e incluso de varios días. Nosotros optamos por algo intermedio y elegimos la de 13km (64€ un kayak doble), que nos llevó toda la mañana y parte de la tarde.

La ruta en kayak que elegimos fue todo un acierto. Los 13km los completas a tu bola y puedes parar cuando te venga en gana a comer algo, beberte una cervecita o pegarte un baño. Se hace imprescindible llevar una neverita. Durante el trayecto pasarás por cañones, toboganes artificiales y algún que otro rápido, pero sin ningún tipo de riesgo. Eso sí, la cuerdita que te dan para atar las gafas de sol junto con el material, utilízala. Yo no lo hice, pegamos volquete y perdí las gafas. La ruta está muy guapa y es muy divertida, pasa por debajo del famoso arco y concluye en un punto que te indican, donde te esperará un trasporte para llevarte hasta el camping.

