Llegamos a la isla de Bohol, concretamente a Jagna, desde el puerto de Balbagon en Camiguin en un ferry operado por la compañía Super Shuttle (4h). Nada más llegar a Jagna nos dirigimos a la entrada de un centro comercial que está nada más salir del puerto junto a la carretera principal, nuestra intención era coger un autobús que nos llevara a Anda, pero al de poco de sentarnos a esperar en lo que parecía una parada de autobuses llegó una van con un cartel que ponía Anda. El copiloto se bajó a toda ostia y comenzó a gritar por todos lados ¡Anda, Anda, Anda! Nosotros le hicimos gesto afirmativo, nos cogió las mochilas y las metió no sé cómo debajo de los asientos. Sin más demora nos unimos a la expedición. Tardamos como 1h20 en llegar a Anda.
ANDA
Anda es una localidad costera bastante tranquila, nada que ver con las aglomeraciones de Panglao. Nos gustó especialmente porque te da la opción de tomarte algo o de cenar en txiringos junto a la playa de forma relajada y sin agobios. Su playa no es la mejor que encontrarás en Filipinas pero no está nada mal. Desde Anda, al igual que en otros lugares de filipinas, podrás organizar excursiones y múltiples actividades, así como visitar lugares cercanos. A nosotros nos gustó mucho el cenote Cabagnow Pool Cave donde no pegamos un buen chapuzón.
ALICIA Y LAS TERRAZAS DE ARROZ DE CADAPDAPAN
Para llegar al Alicia Panoramic Park desde Anda, primero cogimos un tricycle que nos llevó al mercado de Guindulman, donde allí mismo cogimos un autobús con dirección a Ubay. Nos bajamos en el pueblo de Alicia y cogimos un tricycle para que nos llevara a la garita donde están los guías y de donde salen las rutas (solo se puede hacer con guía). Es conveniente apalabrar la vuelta con el tricycle. La subida es empinada pero sencilla (2h subir, 1h30 bajar) y las vistas arriba son espectaculares.
De regreso al pueblo de Alicia, cogimos un autobús dirección sur (cualquier que vaya dirección Guindulman o Jagna valdrá) para bajarnos en Lungsodaan, donde junto al mercado negociamos un tuc-tuc para que nos llevará a las cataratas Can-umantad. Una vez allí, previo pago de la correspondiente tasa y acompañados por un guía local disfrutamos de un refrescante baño en un lugar idílico.
Tras abandonar la cascada y tal como habíamos pactado con el chofer del tuc-tuc, nos dirigimos a las terrazas de arroz de Cadapdapan, concretamente a la terraza del Eleuterio´s restuarant, donde nos tomamos una Red Horse de las grandes y comimos con unas vistas impresionantes.
Una vez llenado el buche, regresamos con nuestro tuc-tuquero a Lungsoda, desde donde iniciamos nuestro retorno en autobús primero a Guindulman y posteriormente a Anda, para relajarnos merecidamente en nuestro alojamiento tras un día nuevamente espectacular. Puede que todo este trajín de transporte parezca un follón, pero tiene su componente de aventura y supone una forma distinta de conocer la vida cotidiana de los países que visitas, independientemente de que merezca la pena el lugar al que te dirijas, que en este caso sí la merecía. A nosotros nos encantó la experiencia.
PANGLAO
Nuestro próximo objetivo era llegar a Alona Beach en Panglao, para ello desde el mercado de Alona cogimos un autobús con dirección Tagbilaran. Tras 4h de trayecto con múltiples paradas, llegamos a la estación de Tagbilaran para allí mismo coger el bus que va al aeropuerto y que va también a Alona. Más o menos a las 2 del mediodía conseguimos instalarnos en nuestro alojamiento en Alona.
Panglao en general, y concretamente Alona, son lugares hiper masificados, donde encontrarás gente por todos lados. El lado bueno es que la oferta de ocio es amplísima, todo tipo de actividades, excursiones, bares, restaurantes, discotecas, centros comerciales… eso sí olvídate de la tranquilidad. Durante nuestra estancia en Alona decidimos pasar el menor tiempo posible en Alona, para ello comenzamos a organizar varias salidas. La primera fue hacer un island hooping en Balicasag y Virgin Island, el cual atamos en nuestro propio alojamiento, previa investigación de precios en el exterior. La excursión consistió en realizar en primera instancia un avistamiento de delfines, que nos resultó bastante aburrido y algo atosigante para los animales, y posteriormente, la visita a dos islotes. En la primera isla, Balicasag, hicimos un snorkel guiado bastante chulo, pero siempre rodeados de mucha gente. La segunda, Virgin Island, consiste en una lengua de arena, que según la hora a la que la visites ni se ve (como fue nuestro caso), aun así el lugar es bastante curioso.
Debido a la que la playa de Alona estaba siempre petada de gente decidimos buscar otras alternativas cercanas. Una de ellas fue visitar la vecina playa de Dumaluan, a la que llegamos en tricycle. Eso sí, para entrar en la playa la única manera es entrando por Dumaluan Beach Resort a cambio de 100 pesos (1.50€), tiene la ventaja de que podrás tomarte algo en el bar y utilizar las casetillas con mesas que tienen junto a la playa. La playa está muy guapa y bastante menos concurrida que la de Alona.
En nuestro último día en Alona, ya que el tiempo no acompañaba demasiado, decidimos montar por nuestra cuenta una excursión para ver a los Tarseros. Desde Alona cogimos un bus a la estación de autobuses de Tagbilaran (Bus del aeropuerto) y allí uno con dirección a Loboc para bajarnos en Corella, donde cogimos un tricycle para llegar al Philippine Tarsier Sanctuary. Una vez en el santuario con un guía pudimos la oportunidad de observar a varios tarseros. La verdad es que bastante sin más, en mi opinión no merece la pena todo este trajín de buses y tricycles para ver desde la lejanía a esta peculiar especie.