El Departamento corso de Córcega del Sur en un enclave espectacular donde encontraremos, al igual que en el resto de Córcega, una combinación perfecta de montaña, pueblos encantadores y espectaculares playas. Ah, y muy buena cerveza por cierto.
SARI- SOLENZARA.
Nuestro primer destino en el sur de Córcega tras cruzar en Ferry desde Cerdeña a Bonifacio fue la población de Solenzará, donde establecimos durante varios días nuestro campamento base. Esta región corsa nos ofreció un montón de posibilidades para disfrutar de muy diferente manera. Solenzara en una localidad turística bastante tranquila, no comparable al bullicio y gentío de Bonifacio o Porto Vecchio, cuenta con el equilibrio perfecto entre tranquilidad y ambiente. Encontraremos bastantes Bares, terrazas y restaurantes en los que podrás tomarte algo y comer sin agobios, tanto en la zona del puerto como en la parte central del pueblo. Es de obligado cumplimiento probar los ricos vinos y cervezas de la zona, a nosotros nos gustó mucho el vino blanco Domnaine de Solenzara.
A lo largo del litoral de esta región encontraremos estupendas playas y calas para pegarte un chapuzón, realizar actividades acuáticas o simplemente tomar el sol. Sin embargo, no se puede abandonar Solenzara sin disfrutar de las magníficas piscinas naturales del rio Solenzara, una sucesión de pozas naturales a tan solo 20 minutos en coche. El agua, por cierto, estaba a una temperatura buenísima. Fue un día increíble!
Otra muy buena opción para los que os guste la montaña es subir al Col de Bavella desde la propia localidad de Bavella situada a unos 40 min en coche, misma carretera que la que va a las piscinas naturales. El recorrido es exigente pero accesible a cualquier persona, a nosotros nos llevó unas 6 horas (también hay rutas más cortas que parten desde el mismo sitio), pero ya sabes, cuanto más largo es el recorrido, mejor sabe la cerveza de después.
SARTENE.
Bonito pueblo en plena montaña, el cual visitamos de camino a Propiano. Es ideal para perderse entre sus estrechas callejuelas del casco histórico medieval y contemplar la montaña corsa desde sus miradores. La visita no te llevará más de una mañana o una tarde, pero merece mucho la pena.
PROPIANO.
La gran sorpresa de nuestras vacaciones, lugar al que en un principio no teníamos pensado ir y por el que finalmente nos decantamos porque era en el que mejor tiempo iba a hacer. De chiripa, pero todo un acierto. La localidad de Propiano en sí no tiene nada de especial, típica población turística con playa, restaurantes, bares etc. Sin embargo, el golfo en el que se encuentra (Golfo de Valinco) es un lugar espectacular con playas de todo tipo, largas, pequeñas calas, urbanas, apartadas, playas con chiringuito…. Y todo ello rodeado de montañas. Nosotros para intentar ver los máximos lugares posibles decidimos alquilar un Kayak en el Centre Nautique Valinco Propiano (60€ todo el día. Se puede reservar vía wassap) y acertamos de pleno. La cala que más nos gustó fue la Plage de Vetricella situada en el norte del golfo y rodeada de otras tantas calas. Fue un auténtico gustazo tener la playa solo para nosotros en pleno agosto. El único pero, que no llevamos una neverita con garinbas.
BONIFACIO.
Población por excelencia del Córcega del sur y parada obligatoria. El casco antiguo y amurallado de la ciudad sobre un acantilado es espectacular, tanto si lo ves por dentro como desde fuera, y sobre todo impresiona mucho si lo ves desde el mar. Pasear por sus calles, tanto por dentro de la muralla, como por el puerto está muy guapo. La única pega es que, sobre todo en verano, está abarrotado de gente.
Desde Bonifacio podrás organizar excursiones a localidades cercanas como Porto Vecchio o a estupendas playas que encontraras tanto al este como al oeste de Bonifacio. Las opciones son múltiples y es difícil recomendar alguna en concreto, busca y seguro que encuentras algo que te convence más que el resto. Nosotros nos decidimos por la playa de Piantarella a 20 min en coche desde Bonifacio. La propia playa en sí no tiene nada de especial, pero sí la laguna azul que se forma entre ella e isla Piana. En la misma playa alquilamos un Kayak (somos muy de kayak) para movernos a nuestra bola.
Con respecto a recomendaciones en tema de bares y restaurantes es algo complicado, ya que nos separa una gran barrera horaria cultural. Sobre las 19h o 20h, cuando vienes de la playa, excursión o lo que hayas hecho por el día, a mí por lo menos, lo que más me apetece es tomar algo. Sin embargo, lo que te encuentras son todas las terrazas abarrotadas de gente cenando. Yo me niego rotundamente a cenar a esas horas, como muy pronto a las 21h. Por consiguiente, el encontrar un bar en el que te puedas tomar un par de cervezas tranquilamente se hace complicado. En el bar Les terrasses d’Aragon, frecuentado por gente local lo conseguimos. Luego viene la batalla por cenar, nosotros decidimos salir del casco antiguo y probar suerte en la parte baja de Bonifacio, y fue allí donde encontramos una verdadera joya, el restaurante Chez Francis, eso sí, solo recomendable si te gusta la carne a la parrilla. En cuanto a calidad precio es difícilmente superable, pero no solo eso, dan cenas hasta las 23h. Sin ninguna duda es una muy buena opción.